Hoy me he sentido muy Aries

Por norma general la palabra `creer` es utilizada por mí en ocasiones decisivas. Siempre creo o no creo en algo con total convencimiento, sin embargo, como ocurre con todo en la vida, también se dan excepciones a la regla. Un ejemplo de ello es el horóscopo. Desde mi punto de vista existen tres tipos de personas en el mundo: aquellas que creen en el horóscopo, aquellas que no creen y los que creemos sólo cuando nos interesa. Aunque ésto último es también bastante frecuente en la religión.

Sinceramente, como persona perteneciente a la última categoría nombrada, creo que deberíamos ver el horóscopo de una forma más liberal y ambigua. Me explico: muy a menudo me siento identificada con todo aquello que define a mi signo zodiacal (lo cual produce en mí una extraña sensación placentera debido a la misteriosa magia que rodea este asunto o quizás debido a aquello que más nos reconforta en el mundo a los seres humanos, el sentimiento de que no estamos solos.), pero también es cierto que otras muchas ocasiones, no se asemeja en lo más mínimo a mí.  

Es por esto que creo que no deberíamos pertenecer a un signo fijo al que sentirnos encadenados y afligidos cuando no se corresponde con la realidad aquello que tu signo te impone como verdad única y universal (ni más ni menos que revelada por los astros). Así que decidí hace tiempo decir no a esas cadenas astrales, ¿Por qué debíamos contentarnos con identificarnos con un único signo cuando podíamos hacerlo con todos?, esto es, desde mi punto de vista, un cambio importantísimo en la forma de ver el horóscopo y a nosotros mismos. 

Puede que un día me sienta identificada con lo que dice mi signo, pero puede que al siguiente el horóscopo diario me defraude y entonces, verme reflejada en lo que corresponde a otro signo diferente. Esto daría resultado a unos híbridos maravillosos y a unas frases tan peculiares como :"Hoy me siento muy Tauro", "Lo siento, ayer me comporté muy Capricornio", "En cuanto al amor, este mes soy Sagitario por completo". 

Para finalizar os seré completamente sincera, la semana pasada me sentí muy identificada con mi signo zodiacal. Éste defendía mi valentía al ser clara y sincera respecto a mis sentimientos y me recomendaba gestionar mi ira interna de la mejor forma posible. Así que sentí esa inusual sensación de paz conmigo misma, debido a, ya no sólo el fascinante hecho de que la posición de los astros me ofrezca consejos útiles sobre mis problemas o mi vida amorosa. Sino que, sea cierta o no la parte esotérica del horóscopo, hay alguien más que, como yo, también ha leído esa frase y se ha sentido identificado o identificada con ella. Y eso siempre me hace sentir menos sola, más comprendida, y más cerca de los astros que nunca. 

Así que amigos, crean o no crean en ello, lo mejor es que nunca critiquen lo que no entienden, porque eso que tú no entiendes, puede estar ayudando a muchas personas a sentirse mejor consigo mismas, así que respétalo. A éstas alturas no sé si estoy escribiendo sobre el horóscopo o sobre la religión.