Madrid

Cada vez soy más consciente de que me voy a Madrid, o quizás menos cada vez.
Quizás estoy exagerando al imaginarme allí sola, echando de menos a mis amigos, a mi vida aquí.
Pero quizás no, quizás si sea verdaderamente así, conociendo nuevos amigos, echando de menos a los que tengo aquí, pasando mucho tiempo sin verlos, sin estar con ellos, sin hablar como antes.
Porque quizás entonces ya nada vuelva a ser como antes, pero lo qué sí sé seguro, es que pase el tiempo que pase, y por mucho que cambie, de ciudad, de amigos, de forma de pensar, por mucho que cambie, siempre recordaré estos momentos, siempre me acordaré de todos aquellos que han formado parte de esta etapa tan importante, que ahora y para siempre será una de las mejores de mi vida, y eso es en parte gracias a las personas que han estado en ella.
Siempre recordaré los buenos amigos, los buenos momentos, las risas, las tonterías, los bailes, las innumerables canciones, los veranos, las bromas, las risas de mis amigas, las borracheras, las fiestas, las anécdotas. Y si por algún supuesto se me olvidan, quiero pensar que siempre podremos recordarlas juntos, que siempre podré llamarlos y siempre estarán ahí para cogerme el teléfono y hablar cuando lo necesite, y reír, y llorar, y recordar todo aquello que nos unió y que nos sigue uniendo, porque esa parte siempre vivirá con nosotros.
Así que quizás es una despedida y un comienzo.
Es una despedida de todo aquello que conocía, de esta etapa de mi vida que ha durado 18 increíbles años que repetiría siempre, con sus más y sus menos.
Pero también es un comienzo de una nueva etapa que durará el resto de mi vida, y al igual que todos los comienzos, da miedo, aterroriza, pero
también es necesario.
Así que sólo me queda agradecer a todos vosotros, por hacer este viaje increíblemente bonito, os recordaré siempre.